sábado, 2 de septiembre de 2006

¿Necesitas dinero?

¡Pues yo no te lo voy a dar! El título de esta entrada en mi blog no es un amable ofrecimiento hacia tu persona. Más bien se refiere a una serie de anuncios que, por alguna extraña razón, abundan más antes y después del verano.
Pensemos, ¿qué se hace en verano aparte de nada? ¡Exacto! ¡Aflojar mosca como unos descosidos! Y es que en vacaciones todo cuesta dinero... ¿Que te vas a la playa? Te sajan por el aparcamiento ¿Te apetece un Frigopie? Lo mismo ¿Una auténtica paella valenciana, con sus gambas congeladas de primera? Ídem.
Por eso, los de Cofidis y demás empresas se dedican a solucionarle la vida a la gente. Son como superman, pero sin llevar los calzoncillos por fuera de las mallas. Anuncio tipo:
-Joder, si es que la cuesta de Septiembre más que una cuesta es el Empair Esteit.
-¿Necesitas dinero? ¡Cofidis puede ayudarte!
-¡Anda, una tía con auriculares que me habla desde la televisión! ¡A ! ¡Mejor será que tire la coca y me despeje la nariz!
Y la tía, que parece haber sufrido una deshidratación mental, o algo parecido, ni se inmuta y le bombardea a saco:
-Cofidis te da 3000 euros, sin preguntas.
-Ah, pues entonces cojonudo, que ya tenía yo ganas de alicatarme el baño para que me haga juego con los botes de gel del Carrefur. Trae p'acá.
-¿Me dice su nombre y apellidos, señor?
Sin preguntas!
-Pero...
Sin preguntas!
-...
¡Si es que los de Cofidis van por ahí incitándote al consumo desesperado! Claro, ofreciéndote todos los días su dinero... Al final llamas:
-¡Que sí, que sí, necesito 3000 euros en tres minutos, sin cambiar de banco, con total discreción y disponibilidad, pero por favor, dejad ya de salir en la tele, que los niños ya no quieren ver a los Lunnis por si Lupita se transforma en una teleoperadora!
La moda de estas ofertas es tan amplia que hay variantes. Además del dinero rápido (será por lo rápido que te lo gastas) existen los bancos tipo ING direct. Estos me gustan más porque sale Matías Prats:
-¿Aún sigues sin cambiar de banco? ING, tu otro banco, y el de cada día más gente.
¿Pero qué es eso de tu otro banco? ¿Qué pasa, que son mafiosos o algo? Porque por mucho que lo diga Matías, los bancos del ING son como Dios: todo el mundo ha oído hablar de ellos, pero nadie los ha visto. Y, que yo sepa, si tú vas con un colega por la calle y te empieza a hablar acerca de un banco color butanero que ha cambiado su vida... Malo. Seamos realistas, ¿de verdad que alguien emplea en sus conversaciones palabras como comisiones de apertura, cancelación total, cancelación parcial, interés bajo y, sobre todo, cuenta naranja sin parecer rarito?
Y una última pregunta... ¿alguien sabe dónde se manda el currículum para ser teleoperadora del Cofidis?

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