miércoles, 19 de diciembre de 2012

Soneto al bonus track

Tus pasos son tic-tac de relojero,
la puerta abierta como mi corazón;
un "hola" fingiendo mucha educación
como lobo con piel de caballero.

Pero aunque me joda estoy disfrutando
con nuestro bonus track no edulcorado;
estos orgasmos que no has olvidado
ahora los pasamos de contrabando.

"Todo termina", dijo un sabio un día;
realmente no quiero saber cuándo
dejarás de llenar mi cama vacía.

Y aunque llevemos tiempo agonizando
sé bueno y deja que esta ilusa ría
porque el futuro la está acojonando...

sábado, 15 de diciembre de 2012

Sonnet to the lust

You boy, are so full of secrets;
triangle-like wrinkles in your jeans,
such a magnet for a rocker-eyed girl like me,
through dirty sonnets my ego bleeds.

Anaconda snakes go round my heart,
and your sander skin tears the matches
as mines inside my pores scattered,
setting third-degree burns to my thoughts.

Fuck off, darling, this is not a game,
I'm not your museum's porn star,
to your blind desire I went and came...

And, as I can't uncover your codes,
don't you dare and build up that fire door
capable to stop this lethal explode.

Versión en inglés de este soneto, mi preferido.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Baile de máscaras

Últimamente has vuelto a convertirte en mi depredador especializado. Hay tantas presas con ojos de gacela que habitan esa sabana inmensa llamada noche, que confié en que la manada me protegería. Que la próxima vez que te viera con los labios ocupados devorando un cuerpo, no sería el mío.
Error. Uno más, quiero decir.
Tú solías alimentarte de mis muslos. Y yo me empadroné en tu bragueta. Éramos dos completamente conocidos jugando a desconocerse; hasta que el baile terminó y cayeron las máscaras.
Ahora, no habrá otra manera de volar que no sea olvidándote. No queda sino arrancarse el puto cerebro. Que sangre lejos, muy lejos; lejísimos de mí.. Que huelas el rastro y creas que he huido. Mientras, te juro que intentaré autoconvencerme de que hay otros carnívoros capaces de devorarme con la misma ternura que tú.
Lo más duro será decir adiós a tu espalda inmensa como una llanura. Dejar atrás esas manos de relojero, tu vientre tenso como parche de tambor. Aprender a odiar ese olor que incita a amar. Despedirme de tu perfección, en suma.
... A un corazón de hueso como el mío no le conviene un perro guardián.

miércoles, 27 de junio de 2012

Mudanza

... No todo se puede meter en cajas.
Voy desnudando lentamente a la pared, mintiéndome e imaginando que su dura superficie recibe mis dedos temblorosos como solía hacerlo tu vientre anhelante. Cada póster que cae, es un recuerdo más que pasará a colgar de mi alma.
Me pregunto si allí dejará las mismas marcas que ahora y por siempre tatúan el muro, como las cicatrices ―letras de carne retorcida― susurran historias sobre el cuerpo de los marinos.
Me pregunto si al menos servirán para cubrir las imperfecciones de mi interior, porque, ¿sabes? mi conciencia es una arrendadora estricta; y no me devolverá la cordura que dejé en fianza a menos que todo esté en orden aquí.
Hay contratos que nunca, nunca rescinden.
Ojalá tu corazón fuese esta pared y mi recuerdo un eterno mordisco de chincheta.

lunes, 23 de abril de 2012

Siempre supe...

... que la felicidad es una puta de lujo que vende muy caro su cuerpo.

lunes, 19 de marzo de 2012

The Arcadian

Te tengo frente a mí. Y lo que veo no eres tú.
No hay piel estratégicamente anudada en torno a tus huesos. No hay ya esos ojosportales interdimensionales al fondo de tu alma. No hay tendones, no hay sangre; no hay siquiera un corazón ladrando un S.O.S. al ritmo de código morse.
No.
Te has convertido en un edificio; en el Arcadian de Ted Mosby. Eres un gran trasto inútil, pretencioso monumento a una época dorada que hoy se ha vuelto gris. Protegido tras el cemento y armado con hormigón ídem olvidas, sin embargo, que sé ―todo el mundo sabe― que existe un botón rojo que te derruirá en segundos.
Lo pulse o no, tarde o temprano, caerás. Mi amor... tú ya no sirves para el amor.
Y de tus escombros quizá reinvente la casa de mis sueños. Y tal vez por favor, por favor― se cierre el círculo, el ladrillo se torne carne de nuevo, y me traspasen otros ojos.