miércoles, 27 de febrero de 2008

La cruda realidad

He roto demasiadas veces los -pocos- papeles en que logré ser sincera respecto de nosotros. Tantas veces lo hice y en pedacitos tan microscópicos; con tanta furia los mutilé que perdieron el sentido. Ahora, ciega y deseando recordar, busco a tientas los pedazos; con una leve chispa de esperanza y el rollo de celo entre las manos.
Los llamo como una niña asustada a su gato atrapado en un rascacielos disfrazado de árbol. Venid, pequeños, venid. Volved de donde nunca debisteis salir; al refugio de la tinta muda, a la acogedora maraña de mis sensaciones anónimas. Volved, volved conmigo.
... Pero no me arrepiento, ni siquiera al contemplar los restos de aquella vieja masacre sepultados en la papelera. No te añoro; sé que no por primera vez desde que creí lograrlo. No busco esa añeja historia queriendo reescribirla contigo; no quiero añadir alguna jugosa postdata. No.
Busco muy egoístamente... Es sólo que necesito recordar cómo se hacía eso de enfrentarse a la cruda realidad.

martes, 26 de febrero de 2008

El olvidado

... Últimamente se sentía como el olvidado que no termina de encajar en una fiesta. Sí. Aquel que, al marcharse, no causa que nadie levante la vista de su copa.
Ensayaba cada noche sus solitarios brindis: "Por ti, por ése y el de más allá, por los fracasados, por esa rubia potente de la barra; por mí, qué carajo"
Le sabían -y le olían- a compañía.
Y eso consolaba las lágrimas de perro que a veces lo pillaban desprevenido asaltando su barba de lija. No mucho... Pero un poco sí.
Lo tuvo todo. Y ahora tenía todo un nada por delante.

Final I
Meses atrás estuvo en los corazones de la humanidad entera; recorriendo las venas de muchos y marcando los segundos de la cuenta atrás -un, dos, tres, ¡tumor!- del resto.
Omnipresente. Deseado. Temible.
Comenzaron a seguirlo por su elegancia, la maravillosa letalidad de su traje blanco y sus zapatos naranjas. La hermosura de su profunda respiración. Lo bellos que se veían los labios besándolo. El suave tacto de su piel. El aroma de lo ronco. La niebla de sus misterios.
Entonces sus dientes humeantes se hincaron en sus débiles pulmones. Alguna que otra tos sangrienta despertó la alarma. Trataron de ahogarlo en esas fosas comunes que son los ceniceros, lo vetaron con escudos rojos, lo estigmatizaron; lo vendieron a precio de orillo.
Omnipresente. Deseado. Temible.
... Ahora también olvidado.


Final II
Una copa más, se decía a sí mismo, y el barman aceptó ya que pagó con dinero en efectivo, pero se aventuraba a predecir el destino de su feligrés.
Aquella copa precedió a otras, en un mar de alcohol ahogaba su vida, cada gota de aquel elixir le arrebataba parte de sus recuerdos, navegaba en un mar de olvidos.
Bebía, recordaba y dejaba olvidar, y en cada fondo del vaso, creía deslumbrar una brizna de esperanza.
La ultima gota rozó sus labios, la música se acabó, las luces se habían apagado, pero un destello le iluminó, sabía lo que tenía que hacer.
Encaminó la desierta avenida, con una sola idea en su mente, posiblemente el mayor logro de su vida, por el cual sería recordado por todos. Llego a una calle, cruzó y se dispuso hacia su destino.
Los periódicos a la mañana siguiente, en alguna de sus páginas mencionaron a aquel pobre que se había suicidado lanzándose desde cierto puente, en cierta ciudad, etc.
Algunos lo vieron, creyeron recordarlo o conocerlo, pero al pasar la página, se desvaneció para siempre en la memoria del olvido.
Escribí ayer por la noche la primera parte de este relato. El final se negaba a esclarecerse; así que se lo mandé a mi amigo Jause. He aquí ambas versiones, la suya y la mía, cada cual fiel a nuestro estilo.

domingo, 24 de febrero de 2008

Soneto al miedo

Eres un mecanismo de defensa
paradójicamente al ataque;
buscando del silencio el almanaque.
... Hay quien por ti -por miedo- ya no piensa.

Vas por ahí glorioso cortando alas
usando tu oxidada y cruel navaja.
Metiendo sentimientos en sucias cajas,
y etiquetando; de buenas o de malas.

Te siento necesario y humano,
a veces útil; otras tan sólo desdén,
eterno y frío como el Verano.

Sólo quiero que sepas "que te den",
estoy harta -o no- de darte la mano.
Quiero, una noche, encontrar ya el Edén.

sábado, 23 de febrero de 2008

Muñeca rusa

Tengo miedo; y sin embargo no temo.
... Tan dentro de mí; como una inquietante muñeca rusa. Tan fuerte que comienzo a querer girar sólo en torno a ello. Tan frágil, en cambio, que incluso recelo de arrancarme estas líneas; no vaya a ser que lo ahuyente con mis torpes palabras.
Comienza a vencerme; o quizá es que la derrota siempre ha sido una constante -terriblemente real- que urge asumir. Cuanto antes.
¿Y el dolor? Vendrá. Sí. Es un visitante puntual y yo... Yo soy la mejor de las anfitrionas...

jueves, 14 de febrero de 2008

Mi primer callo

... Debe de ser patológico; porque si no no me lo explico.
Ya lo hice una vez, repetí otras dos más de la misma asignatura, y hoy he vuelto a recaer... Sí, queridos cítricos, sí. Lo admito. Me estoy volviendo de una voyeurista tal en cuanto a las clases de de Medicina, que hasta me planteo dejar de incluir mis experiencias en los limones universitarios y crearlas uno propio -se admiten y se necesitan sugerencias para el nombre, que limones colones suena pésimamente mal.
Lo dicho. Hoy mi amigo Jause y yo hemos hecho doblete. Él por tragarse dos horas en la coñazo-asignatura El Medio Natural, y yo por hacer lo propio con su doble Microbiología.
Sí, ya; nos aburrimos mucho.
La diferencia es que Jause se puso a pasar apuntes de no-sé-qué en mi clase y yo, en honor a todos los pringaos' del mundo, me puse a cogerlos como una campeona. Cuatro folios que escribí, que sé que suenan a poco, pero si viérais mi letra -ya lo escanearé y lo pondré- apretá como la faja de una abuela, os parecerían un muy mucho.
Respecto de CCTTMMAA, perdón, El Medio Natural -que es que ya hay ganas de complicarse, que p'al caso son lo mismo-, os diré que en efecto, es un rollo. Poco hay que contar, pues. Una asignatura que debiera ser bastante bonita se transforma alegremente en un bodrio debido a la poca alegría de su docente, que es una de estas ecólogas piradas -ejem, esperemos que no bloguee-, obsesionadas con el maldito ciclo del agua y esas cosas... Volveremos a vernos en Ecología, asignatura anual de , así que a ver si nos coge enchufe.
(A todo esto, he estado en la cafetería de Medicina y madre, es cuatro veces la mía. Pobrecicos Biólogos; es que tenemos un ecosistema muy reducido en nuestra facultad bipiso)
Llegamos a la clase -un aula magna- y Jause me dijo que nadie se sentaba atrás del todo. Os preguntaréis por qué. Bien; no es que los médicos -futuros- se interesen mucho por escuchar y/o atender y se pongan en primera fila, no... Es que al final de la clase hay goteras; que los cubos colocados al efecto así lo atestigüan. Qué decepción.
Nos sentamos y empezamos. El primer hombrecillo en aleccionarnos daba -a mi juicio- bastante bien la clase; aunque a velocidad Match III, como las maquinillas de afeitar.
¡Qué de bicharracos! Que si Staphylococcus aureus, que si Clostridium sp... Eso por no hablar de los nombres de los antibióticos que se los freían; me temo que mi memoria ictiófila no es capaz de transcribirlos aquí. Lo que eché de menos fueron fotos dantescas; porque verlas es mejor que gastarse la guita -va por ti- en una peli de Tarantino, ¡qué de sangre! ¡qué recidive! ¡qué hinchazones! ¡qué puses! ¡qué asco!
Pero bueno, tuve mi momento estelar:
(Profesor): Y esto de la tularemia... ¿no os suena de algo?
(Yo) (Para el cuello de mi camisa): Coño, los topillos...
(Profesor): ¿Cómo?
(Yo) (Visiblemente acongojada): Esto, ¿los topillos?
(Profesor): ¡Exacto, los topillos!
(Jause) (Con sorna): ¡Qué lista!
(Yo): Estos médicos, que no sabéis del campo.
Luego me temblaba la mano, porque pensé que lo mismo el docente se emocionaba y consideraba oportuno seguir preguntándome acerca de dicha enfermedad, de la que, todo hay que decirlo, sólo sé que se trata con la problemática clorofacinona. Ignorante que es una.
El segundo profesor seguía el apasionante y meritorio método educativo del Pábüer Póin, aparte de sazonar con alarmante frecuencia sus frases con un hiriente "esto es más peor".
Y si algo me dejó claro este buen señor, es que primero hay que operar y después preguntar; que esas "CIRUGÍA" que ponía con mayúsculas, negrita, subrayao' y letra tamaño King Kong así lo indicab... obligaban; obligaban.
Para terminar, os diré que el mejor recuerdo que me llevo de la clase no es una nueva experiencia, ni siquiera las risas, ni los fútiles apuntes que tomé, sino un hermoso -y nuevo para mí- callo en el dedo anular.
... Y es que ni universidad ni leches en vinagre; que he tenido que ir a una clase de de Medicina para que me saliera mi primer callo, ¡qué ilu!
Léase la versión de Jause de este atípico San Valentín -que sí, que sé que es hoy.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Como ellas

Seduciendo al teclado,
mendigándole algo.
De mucho en mucho,
hilando un...
¿¡poema!?

... Más bien no.
No me dejan las letras.
No me dejan...

Las letras son adolescentes borrachos
jugando a los médicos en mi cabeza.
Se conocen, se tocan,
juegan.
Descubren.

A mí me dejaron fuera
de sus diversiones.
Sólo escribiendo me siento como ellas.

sábado, 9 de febrero de 2008

Fortaleza

... Tiempo.
Mucho Tiempo libre. Tiempo que apenas asoma tímidamente de entre el -anodino y gris- envoltorio en el que vino. Aspiro su aroma y me embriago.
Hmmm.
Tiempo viene con un pan relleno de Miedo bajo el brazo. Miro sus enormes ojos y me sonríe. Apenas tiene dientes; no ha llegado aún a la edad de morder; de doler.
... Debería asustar a ese pequeño diablillo antes de que aprenda. Ahora que aún no sabe lo poderoso que puede llegar a ser, lo bien que se lleva con Culpable.
Ahora que ignora su fortaleza.

jueves, 7 de febrero de 2008

Tópico

El dolor duele. Duele.
Como dulce anestesia.
... Ay; y cuánto.

¿Qué analgésico?
Todos tienen efectos
-alarmantemente-
secundarios.

Por ejemplo,
más dolor.
Más.

El dolor es un tópico.
Tan recurrente...

A mí me duele,
¿a ti te duele?
¿a ella? ¿a "nosotros"?
¿a vosotros?
¿a ellos?

El dolor es un tópico.
Aplícaselo a tu piel.

martes, 5 de febrero de 2008

Soneto al C.U.M. (I)

C.U.M. significa "corrida" en Inglés
y yo aún no he visto ningún toro.
Sin salir de aquí te bajas al moro,
coges moreno de flexo; y ya ves.

Ésta es una residencia singular.
Extraes nutrientes en vez de comer,
en la tele peleas por "el poder",
mira; hasta a Snoopy puedes admirar.

Pero es un lugar donde -sobre- vivir,
jugar al ping-pong, joder al personal,
ser alternativo, matar o morir.

A mí me mola esto, tronco, o chaval;
a Jause algún día podré destruir.
Quitando los topos, no estamos tan mal.

Dedicado a las residencias universitarias, esos inhóspitos lugares; cada cual con sus mitos particulares, en las que tan buenos ratos pasamos todos juntos.

sábado, 2 de febrero de 2008

Mierdoema

Desarrolla tu legítima rareza;
es algo que me ha venido
a la cabeza.
Hoy.

No pregunten por qué.
Sólo sigan leyéndome.

Y...
No me juzguen.
Please.

Eso ya lo hago
yo;
yo me digo:

"Y déjate de rimas breves
y sonrisas leves;
y de mierdoemas como éste"

O, en castellano,
poemas un tanto mierdas.

Vale, surrealista es un rato. Pero es que no he querido modificarlo en absoluto; me parece que perdería chispa... No sé.

viernes, 1 de febrero de 2008

Soneto a la voz

Eres uno de mis eternos fetiches.
Y es que puede no atraerme nada
un House; si al hablar descubro, helada,
tiene la voz como ladra un caniche.

Me fijo mucho en ti, querida voz,
porque ; me van los tipos roncos.
Sílabas quebradas, rotas, ríos broncos;
de mis amores eres siempre altavoz.

Habla grave si quieres conseguirme,
quizás me gusten tus cuerdas vocales.
Abre la boca y grita, ¿vas a seguirme?

¡Exacto! Como un triángulo de Tales,
me escucho y me entran ganas de irme.
Mi voz no me gusta; he allí mis males.