viernes, 11 de enero de 2008

Islas

La lluvia es mi potencial enemiga.
Sonríe desde las nubes; astutamente camuflada como pequeñas -y dulcemente inocentes- partículas de vapor. Viéndola así, despojada de sus imponentes gotas, una se siente impulsada a acariciar esas algodonosas formas. Y a imaginar siluetas, derrochar horas bajo su magia.
Hasta que llueve.
Entonces, una furia ancestral y sabia -ataca fortaleciendo melancolías y males de amor- se desata. Cae como cayeron los ángeles caídos al traicionar algún estúpido dios. Fríamente quema; me quema.
Un paraguas no sirve. Menos aún si es de color gris.
Por eso nos refugiamos bajo esas coloridas islas, esos artilugios que parecen champiñones mágicos directamente salidos del universo de un Lewis Carroll un tanto ebrio. El viento trata de doblarlos, morderlos; los tuerce con rabia y un orgullo muy, muy herido. Consiguen que no nos mojemos.
Y el viento aúlla, derrotado. La lluvia corea un triste blues en tétrico dueto; el clima danza.
... Aunque saben que no importa. Sea como sea, se abrirán paso hasta mi corazón.
Y allí, en mi propio pecho, lo ahogarán.
En efecto. Llueve en Salamanca.

9 comentarios:

Mariano Zurdo dijo...

Llueve también en Madrid.
A mí me gusta que se ría de mí cuando camino hacia ninguna parte y esa ninguna parte acaba en ducha y calefacción, XD
Besitos/azos.

Zitrone dijo...

Hoy hace un día auténticamente de perros; la lluvia y el viento azotan sádicos...
Estos días, más que entristecerme, me cabrean.
Besicos de limón

Suntzu dijo...

Pues por Sevilla estamos igual: agua, viento, niebla por la mañana... Pero a mí la lluvia me gusta si me pilla a cubierto, en mi casa con mi gata. Me encantan las tardes como esta.
Un abrazo:)

kutxi dijo...

A mí me gusta la lluvia. En invierno un buen chubasquero con su buena capucha, que el paraguas es un invento de Satanás. Y en verano a cuerpo, que es agua, no ácido.

Ah, y en el mp3: Gene Kelly!!! :-D

Vitote dijo...

A mí hoy me ha caido una buena chuza de clase a casa...me encanta sentir la cabeza mojadaen ese alambre de espino que yo llamo pelo. Y además, entrenamiento...barro hasta las orejas. Meterse en casa a estudiar ayuda también a esa melancolía examinadora, en la que repasas todo punto por punto y te sientes un poco una mierda. A ver si los exámenes nos respetan.

A cuidarse

Jause dijo...

Voy a escribirte que no llueva más para que deje llover, aunque ya sabes no llueve eternamente,y el sol puede secar lo que ayer estaba mojado.besos wapisima.

Zitrone dijo...

Suntzu: ¡Qué raro, llover en Sevilla! Bueno, mientras uno se refugie de esas gotas vampirescas, la lluvia puede no estar mal...
Kutxi: He ido a dar con una panda de amantes de la lluvia... Me alegro de que haya gente que disfrute con ella lo que yo no.
Vitote: Hombre, tanto como alambre... Fosco, lo llamaría yo. Una cosa: a mí me encantaría enguarrarme de barro un día hasta las cejas. Es una de esas cosas de mi lista de "cosas que hacer antes de morir" En cuanto a la melancolía, anda al acecho pero de momento parece tranquila.
Bastón: Eso, escribe, escribe, majo, que ya hemos comprobado que algo de vidente tienes... Pero no escribas que hay hamburguesa para cenar, que nos conocemos... Juas.
Besicos de limón

Anónimo dijo...

habrá que enseñarle snorkel entonces...

Anónimo dijo...

a tu corazón quiero decir... para que no se ahogue... en fin.