miércoles, 2 de enero de 2008

Soneto al corredor orgulloso

Era la San Silvestre palentina
un gran reto; tan difícil de ganar
que te apuntaste sin apenas dudar.
Tú... prendes como la trementina.

Mil trescientos iban sólo por placer
y a ti te espoleaba el orgullo.
A veces me pareces un capullo
y otras no; huías en vez de correr.

¡Ea! Qué dorsal ni qué mariconadas,
apuesto seguro que pensabas.
Te aburren hasta las campanadas.

Jodido, o tal vez no; casi ganabas
a la meta. Los demás, en manadas.
Y tú, con gracia, los machacabas.

4 comentarios:

Vitote dijo...

Mis primitas ganaron en la versión infantil aquí...las dos gemelas...de aquí a Madrid 2016, o donde sean en 2016.

A cuidarse

Betote dijo...

Si no es con la meta de ganarlo absolutamente todo, no merece la pena mover un dedo ;)

Un besote.

Zitrone dijo...

Vitote: Al año que viene pienso apuntarme... lo que no sé es si en serio o en broma, por hacer el canelo...
Betote: ¡Cuánto tiempo! A quien me refiero iba con el ánimo de comerse el mundo; aseguro...
Besicos de limón

Zitrone dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.