Soneto al corredor orgulloso
Era la San Silvestre palentina
un gran reto; tan difícil de ganar
que te apuntaste sin apenas dudar.
Tú... Tú prendes como la trementina.
Mil trescientos iban sólo por placer
y a ti te espoleaba el orgullo.
A veces me pareces un capullo
y otras no; huías en vez de correr.
¡Ea! Qué dorsal ni qué mariconadas,
apuesto seguro que pensabas.
Te aburren hasta las campanadas.
Jodido, o tal vez no; casi ganabas
a la meta. Los demás, en manadas.
Y tú, con gracia, los machacabas.
4 comentarios:
Mis primitas ganaron en la versión infantil aquí...las dos gemelas...de aquí a Madrid 2016, o donde sean en 2016.
A cuidarse
Si no es con la meta de ganarlo absolutamente todo, no merece la pena mover un dedo ;)
Un besote.
Vitote: Al año que viene pienso apuntarme... lo que no sé es si en serio o en broma, por hacer el canelo...
Betote: ¡Cuánto tiempo! A quien me refiero iba con el ánimo de comerse el mundo; aseguro...
Besicos de limón
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