sábado, 12 de enero de 2008

No es un hasta luego; sólo un adiós

... Hoy he soñado contigo por última vez.
No me ha dolido. A ti sí. No puedo verte, pero créeme; te toca ahora soportar la rutina con una de tus numerosas sonrisas torcidas. En adelante eres tú quién llorará. Yo no.
Ya no.
Ensaya un buen disimulo y aprende a zurcir, porque puede salvarte la vida y ahorrarle muchos mordiscos a tu joven corazón.
Hazme caso. Por una vez.
Creo, me parece recordar; que ya me despedí de ti. Pero a ti el dolor -porque lo sentirás, oh sí, lo sentirás roer en tus duros huesos- siempre te causa sordera. También te anuda un pañuelo de lunares en torno a los ojos.
Por eso no te acuerdas; no eres capaz de recordar que el último día que nos vimos mis ojos te dijeron no.

7 comentarios:

Ishel dijo...

Me gusta la decision en tus palabras, que sea el quien llore.
Me encanto tu espacio

MerylSpider dijo...

¿esto es el final?
Adios a nuestra telenovela...
Saludos acidos.

Zitrone dijo...

Ishel: Cuesta darse cuenta, pero a veces no es una misma quien debe sufrir... O al menos no tanto. Gracias.
Merylspider: No soy quién para afirmarlo, pero sí. Lo es. Aunque supongo que, a escondidas, me seguirá inspirando... Y ya llegará otro. Ya llegará.
Besicos de limón

Mariano Zurdo dijo...

Ahora llegará, seguro, porque a veces no dejamos huecos y son necesarios.
Un abrazo enorme para vos.

Vitote dijo...

Todo tiene un fin, pero sólo es el principio de otra historia, otros ojos, otro...

tootels dijo...

ánimo y fuerza... aunque parece que tienes la despensa ya cubierta... un saludo nena!

Ohdiosa dijo...

demoledor...no puedo decir más...