Escritores
... Escribir, y nada más.
Es como una señal polvorienta en medio de un aún más polvoriento desierto de Arizona; lo único que dice la verdad en toda una vida a la redonda.
Hay quien se arrodilla ante su solitaria y magnífica presencia. Dedican su vida a parir letras, educándolas con mimo aunque crezcan soeces, gestando la historia definitiva. Algunos publican libros.
Son los llamados escritores.
Otros le dan la espalda, jactanciosos y altaneros. No necesitan las letras. Sobreviven a base de vivencias; horas, minutos y segundos que apuran con un ansia animal, sabeedores de la brevedad de la vida. Llevan el Carpe diem tatuado en la piel. Y con un cigarrillo moribundo -con un pie en la condición de brasa- en la mano y todo su desprecio en la otra, escupirán una risa maloliente en tu cara.
Pero incluso ellos son escritores. Al fin y al cabo, su vida será su única gran obra.
Es como una señal polvorienta en medio de un aún más polvoriento desierto de Arizona; lo único que dice la verdad en toda una vida a la redonda.
Hay quien se arrodilla ante su solitaria y magnífica presencia. Dedican su vida a parir letras, educándolas con mimo aunque crezcan soeces, gestando la historia definitiva. Algunos publican libros.
Son los llamados escritores.
Otros le dan la espalda, jactanciosos y altaneros. No necesitan las letras. Sobreviven a base de vivencias; horas, minutos y segundos que apuran con un ansia animal, sabeedores de la brevedad de la vida. Llevan el Carpe diem tatuado en la piel. Y con un cigarrillo moribundo -con un pie en la condición de brasa- en la mano y todo su desprecio en la otra, escupirán una risa maloliente en tu cara.
Pero incluso ellos son escritores. Al fin y al cabo, su vida será su única gran obra.
7 comentarios:
Siempre he creído que no puedes escribir un libro mejor que tu propia vida...y los libros buenos llevan procesos duros, sean cuales sean. Algunos los invertirán en documentarse, publicarlos y recibir premios, otros son más de coger el boli y una servilleta que acabará en los bolsillos sólo para sus ojos.A nosotros nos dividen igual. Los internistas, reflexivos y estudiosos. Y los cirujanos, adrenalina pura, decisión e improvisación...A veces el habito hace al monje¿cual será el mío?
A cuidarse
¡Un mixto con huevo para mí!
Cóctel de escritor, con unas gotas de inspiración basadas en las experiencias de la vida; una musa para que se de la inspiración; alguna sustancia psicotrópica para que se de la musa, y horas perdidas delante del ordenador, ahora agitalo todo bien, y espera a que las letras fluya entre tus dedos.besos
Vitote: Quizá sea por eso que a veces se dice que un mal escritor es aquel cuya vida resulta más interesante que su obra... Yo soy de servilleta; creo que tú también.
Mariano: Que sean dos.
Bastón: Si es que mi muso es tan cabrón que sólo sopla inspiración cuando los exámenes acechan...
Besicos de limón
Y ay del que pretenda inventar vidas sin tener una propia, o de quien se crea lo bastante interesante como para pasar de persona a personaje.
Besito.
Vale pues coje la servilleta de las cuadrículas, un improvisado...
Betote: Una vez reflexioné acerca de la creación de los personajes... Una tarea ardua como pocas.
Vitote: Lo haré.
Besicos de limón
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