Un gato (II)
Créeme.
¿Acaso no ves el abismo del que provengo? ¿Y el que me rodea por todas partes?
Mi negrura no puede competir con la que se asoma a la boca del mismo Cancerbero. Y todo lo que tengo son dos monedas verdes que ningún barquero de la laguna Estigia aceptará. Ni tú tampoco.
Sí. Ya sólo soy ese pobre gato al que señalas y, con suerte, acaricias cuando paso junto a ti. Nada más.
Foto: 23 de Abril de 2008. La Alberca (Salamanca)