sábado, 15 de septiembre de 2007

Mercenaria

Quisiera rebanarte el cuello con la navaja de Ockham.
Eso haré;. No dudes en que me convertiré en una mercenaria. Asesinaré dudas hasta que todas ellas -las que sobrevivan a la matanza- enloquezcan de miedo sólo con verme.
Y tengo un cómplice; sí. Alguien a quien culpar de mis locuras, de estas letras incoherentes. Tiene mi edad, pero es mayor. Es Melancolía, satisfecha en su nuevo papel. Fue actriz de mi dicha, activista de mi felicidad, parte y pieza de todos mis puzzles.
Ahora siega las malas hierbas que crecen en mi camino. Sin disfraces, mantos negros o guadañas.
Tan sólo sonríe y ya todo es más fácil.

5 comentarios:

Isabel Sira dijo...

Nunca supe arrancar las dudas, ni de cuajo ni a ras de suelo. Siempre me acompañan, pero es que el día que me abandonen creo que dejaré de ser yo, no existiré.

Vitote dijo...

¡Cómprale una hoz aunque sea!¡o una de esas modernísimas desbrozadoras diesel!las manos se agrietan y acaban escociendo más que los pinchazos de las zarzas...

A cuidarse

Unknown dijo...

Las dudas no están para arrancarlas. La certeza es, y siempre fue, mucho más peligrosa.

Me gusta este blog. Creo que me quedaré un tiempo. Luego ya veré. Igual renuevo. De momento, me encantaría que me dieras el título de limón honorífico.

Zitrone dijo...

Arwen: Comparto tu opinión. En el fondo me gustan las dudas. Sin ellas, ¿qué sería de la reflexión?
Vitote: Lo haré, lo haré... Aunque como es incorpórea, no sé cómo podrá agarrarla...
Flac: A veces una certeza es lo que nos hace temblar. La duda ofrece siempre un tentador "tal vez no" Gracias por tu visita (que me apresuro a devolverte) ¿Limón honorífico? No creo que este rincón sea tan distinguido, pero te lo otorgo sin dilación ^^
Besicos de limón

Anónimo dijo...

Cioran dice que hay que huir de aquellos seres llenos de certezas... los que dudamos no somos dados a fanatismos... a ningún ismo en realidad... por suerte...¿o no?