Un gato (II)
Yo soy ese pequeño gato negro al que todos temen... Y aunque no te lo creas soy yo la que tiene motivos para tener miedo. No tú.
Créeme.
¿Acaso no ves el abismo del que provengo? ¿Y el que me rodea por todas partes?
Mi negrura no puede competir con la que se asoma a la boca del mismo Cancerbero. Y todo lo que tengo son dos monedas verdes que ningún barquero de la laguna Estigia aceptará. Ni tú tampoco.
Sí. Ya sólo soy ese pobre gato al que señalas y, con suerte, acaricias cuando paso junto a ti. Nada más.
Créeme.
¿Acaso no ves el abismo del que provengo? ¿Y el que me rodea por todas partes?
Mi negrura no puede competir con la que se asoma a la boca del mismo Cancerbero. Y todo lo que tengo son dos monedas verdes que ningún barquero de la laguna Estigia aceptará. Ni tú tampoco.
Sí. Ya sólo soy ese pobre gato al que señalas y, con suerte, acaricias cuando paso junto a ti. Nada más.
Foto: 23 de Abril de 2008. La Alberca (Salamanca)
6 comentarios:
Entiendo esa reacción, no se si es la mas sana, pero la entiendo tanto...
Besicos
No había pensado que el gato tiene siete monedas!
Hay consuelos que son como llenar una piscina con cuentagotas. Y abismos imposibles de iluminar del todo.
Curioso botón.
Belén: No hay que entenderlo, sino sentirlo.
Dintel: ;)
Seth: Me alegro de que te haya gustado.
Besicos de limón
Un gato negro....jojojojo. Nunca he entendido muchas de las supersticiones que jalonan nuestra geografía.
Un saludo
La reina de las pocas frases, esa eres tú...
Besitos/azos.
Publicar un comentario