sábado, 20 de febrero de 2010

Jack London (I)

He tenido tantas ganas de morder como los lobos de Jack London.
Fui Diablo. Atada a ti, necesitada de todo tu mal, yonqui del castigo. Aunque sin gruñido en los labios, sin ojos amargos. Sin paso rápido ni advertencia lenta.
Pero mi incomprensión era la misma.
¿Por qué yo? ¿Por qué, por qué, por... ? De entre todas, una más en la camada.
Y sin embargo, yo.
.
y yo.
Elegirme fue sentenciarme.
Por suerte, ahora ya sé qué significaba ese revólver en tus manos. Ya comprendo. Te enseño los dientes. Y tú comprendes.
Y nos ahorramos sangre.
¿Conocéis el relato "Diablo" de Jack London? Es uno de los mejores que he leído y leeré jamás. Nadie como London para desgranar la naturaleza del hombre y la esencia de lo salvaje, nadie.

7 comentarios:

Tempus fugit dijo...

La rabia ha de explotar... pero después no se le puede permitir que envenene la sangre...hay que escupir el veneno... y olvidar.


besos

Betote dijo...

Vaya, veo que sigues dando guerra. Eso está bien ;)

Un saludazo.

Anónimo dijo...

Se te echaba de menos....

;)

Miquel dijo...

Yo me acuerdo de el del perro Buck. El que se carga a los indios que matan a su amo.
Donde te metes alma de cantaro?
Salut!!!

hamlet dijo...

Pues, no, no he leído nada suyo... a la lista :P
Prodígate más, anda...
un beso

Mae dijo...

Holaaaa!
Que bueno leerte de nuevo.. y como siempre, y disfrute hacerlo.
Un besazo y espero que sigas por aqui...

Ningüino dijo...

¿Dónde te metes? :_