Jack London (I)
He tenido tantas ganas de morder como los lobos de Jack London.
Fui Diablo. Atada a ti, necesitada de todo tu mal, yonqui del castigo. Aunque sin gruñido en los labios, sin ojos amargos. Sin paso rápido ni advertencia lenta.
Fui Diablo. Atada a ti, necesitada de todo tu mal, yonqui del castigo. Aunque sin gruñido en los labios, sin ojos amargos. Sin paso rápido ni advertencia lenta.
Pero mi incomprensión era la misma.
¿Por qué yo? ¿Por qué, por qué, por... ? De entre todas, una más en la camada.
Y sin embargo, yo.
Tú.
Tú y yo.
Elegirme fue sentenciarme.
Por suerte, ahora ya sé qué significaba ese revólver en tus manos. Ya comprendo. Te enseño los dientes. Y tú comprendes.
Y nos ahorramos sangre.
¿Conocéis el relato "Diablo" de Jack London? Es uno de los mejores que he leído y leeré jamás. Nadie como London para desgranar la naturaleza del hombre y la esencia de lo salvaje, nadie.
7 comentarios:
La rabia ha de explotar... pero después no se le puede permitir que envenene la sangre...hay que escupir el veneno... y olvidar.
besos
Vaya, veo que sigues dando guerra. Eso está bien ;)
Un saludazo.
Se te echaba de menos....
;)
Yo me acuerdo de el del perro Buck. El que se carga a los indios que matan a su amo.
Donde te metes alma de cantaro?
Salut!!!
Pues, no, no he leído nada suyo... a la lista :P
Prodígate más, anda...
un beso
Holaaaa!
Que bueno leerte de nuevo.. y como siempre, y disfrute hacerlo.
Un besazo y espero que sigas por aqui...
¿Dónde te metes? :_
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