martes, 13 de febrero de 2007

La bola negra del rebaño

Me habían dicho que el amigo Hume -David para sus coleguillas de profesión, pero sin tilde que es inglés- había dicho no sé qué sobre las bolas de billar. Como me encanta ese juego, pensé en echarle un vistazo a su teoría.
Resulta que este inglés dice que nuestro conocimiento -qué manía con saberlo todo- se fundamenta en las relaciones de causa y efecto. Y se queda más ancho que pancho -comprobando satisfecho cómo nadie había entendido un carajo- aunque como era mucho más listo que nosotros, pobres ignorantes de la plebe, tuvo a bien procurarse de un ejemplo que seguro abriría nuestros incultos -y cortos de mira- ojos: el juego del billar.
Dice que... si una bola choca contra otra... ésta se mueve.
Joder, eso te lo digo yo sin darme tantos aires, David. Así que cúrratelo un poquito o me paso a Platón.
Así que Hume -supongo yo que se daría cuenta de lo mal que había quedado- intenta justificarse diciendo que siempre que vemos una bola de billar moviéndose hacia otra creemos que ésta va a desplazarse con el choque. Como tampoco aclaró mucho la cosa que digamos, dice que si hubiera un mecanismo -qué mente retorcida tiene el cabrón; por su culpa miro compulsivamente bajo las mesas de billar- bajo la mesa que hiciera que la segunda bola, sin chocar con la primera se moviera no lo percibiríamos.
¿Y esto por qué? ¿Porque somos miopes? ¿Porque no estábamos atentos? Pues no.
Según la mente privilegiada del amigo Hume, esto es porque no percibimos "el poder". No, no, no lo sacó de una secta, yo creo que más bien de la enseñanzas de su tron el Doctor Maligno tras una farra monumental... Bueno, que me salgo del tema... Lo que quiere decir es que no hay nada en la supuesta causa -la primera bola- que nos haga suponer que es dicha causa del efecto -movimiento de la segunda bola tras el choque. Por último -ya era hora, que se me salen las bolas de billar por las orejas- dice que como conclusión podemos afirmar que las relaciones de causa y efecto, base de nuestro conocimiento, no son constatables ni empírica ni racionalmente.
O sea, que la típica partida con los amigos, en compañía de Hume sería como sigue:
-Venga tira, que tienes la azul a huevo.
-No sé, no sé... ¿Y si mi tiro no es causa de que se meta en el agujero?
-Déjate de tonterías, Hume, y tira...
-¡Si no puedo constatar empíricamente mi éxito y la consiguiente capacidad de la bola blanca de ser causa del movimiento de la azul no tiro!
-Mira Hume, que te zurzan... Ya estoy harto...
-¿O sea que mi actitud es causa de ese efecto que es tu enfado?
-¡Como no te calles este taco será causa de ese efecto que será tu muerte!

6 comentarios:

Ohdiosa dijo...

jajaja..creo que la filosofía está empezando a afectarte...haz qeu te lo miren jajajaja!!!

ya no me acordaba yo de Hume...mmmmm...

besotes

Zitrone dijo...

Sí, es apasionante de verdad; aunque aquí me ría de las teorías más raras la verdad es que engancha...
Y siempre resulta divertido imaginar a los filósofos en situaciones extremas como ésta ;)
Besicos pensantes

Anónimo dijo...

Te has fijado que, los defensores de "David" (:P) estarán felices porque creerán en su teoría y se sentirán más seguros ante la vida..
Y sus detractores, ridiculizando su teoría, estarán felices por sentirse más inteligentes que un filósofo, y se sentirán más seguros ante la vida..

Conclusión: Tratar de dar explicación a lo desconocido -por inverosimil que resulte- es positivo para todos.

Conclusión2: Así con la tontería, te estás empollando las lecciones que da gusto.. dedícanos parte de ese 10 ;)

Besos de cerebro_frío.

Zitrone dijo...

Sí, esto es un gran método de estudio... De momento me va bien con la Filo
Besicos pensantes

EL HISPANO dijo...

eres buenisima escribiendo estas cosas... te voy a linkar en mi blog, te lo has ganao...

jajajaja

Zitrone dijo...

Gracias hispano :)
Besicos agradecidos