martes, 6 de febrero de 2007

Me pregunto

Me pregunto qué clase de abejas
extrajeron de las flores verdes
y de las plantas carnívoras
su aroma
y su dulce ferocidad.
Me pregunto
por qué lo llevaron a su panal
y después a tus ojos.
Me pregunto por qué tus ojos
son de miel.

Me pregunto quién invocó magia negra
y hechizó tu mirada
tiñéndola de ciencia ficción.
Me pregunto si alguien
conoce el enigma de tu por qué.
Me pregunto si alguien querría saberlo.

Me pregunto si preguntarse
tiene ya sentido.
Me pregunto si la gente pregunta.
Me pregunto si debo preguntar.

Pero, espera.
Espera.
Tus ojos no temen mis preguntas.
Por fin entiendo...
Me pregunto tantas cosas de tus ojos
que no veo
que la respuesta está en dichos ojos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

esos ojos no lo saben, seguro...
nadie sabe nada, parte de esa base

Y por cierto, el otro día me acordé de ti, resulta que un compañero de clase de italiano tiene unos bonitos ojos del color de los de Alex? JamesDean? Pomelo?

buenas noches!

Anónimo dijo...

Demasiadas preguntas para tan pocas respuestas útiles..
Yo soy de los que prefiere obsevar.. y cuando pregunto, generalmente no es para obtener esa respuesta si no algún indicio que me lleve a alguna otra. Cuanto más sencilla la pregunta, más facilidad para mentir..

Así que pregúntale a sus labios y te responderan sus ojos..

Zitrone dijo...

Alex, James Dean, Pomelo... Jajaja. Al final el pobre no tiene un nombre, sino mil...
Nadie sabe nada... Buena respuesta... Pero yo preguntaría ¿Nadie sabe nada sobre esto? ¿Nadie sabe nada sobre los ojos?
No sé.
Y, y_w, yo también observo. Una de mis actividades favoritas que practico 24h al día.
Luego escribo. Y sí, de las respuestas y sus infinitos matices pueden sacarse mil intenciones ocultas o quizá no tanto...
Besicos de limón

Ohdiosa dijo...

madre mía! cuando creo que no podrás sorprenderme con lo siguiente que escribas, lo haces...increible entrada...aayy si supiera todo lo que sus ojos te inspiran...