No duele
...
El teclado se me antoja un enemigo al que tengo que batir. Hay palabras; sí. Pero no hay teclas suficientes para vomitarlas sin un extraño... ¿dolor?
Ni siquiera tengo un motivo para estar -algo así como- triste. Melancolía hizo copia de mi llave y entra -sigiloso- sin hacer ningún ruido. Sus visitas ya no me sorprenden.
¿Por qué dolor? ¿Por qué; si soy feliz, si todos lo creen así, si nunca tengo problemas...?
¿Y no se supone que el dolor duele? ... Porque éste es más bien dulce...
El miedo a caer, el miedo a las heridas... No tiene sentido. No si no duele. Melancolía es mi amigo y compañero. Nadie como él para vivir la vida.
¿Y si sólo soy feliz algo teñida de tristeza?
El teclado se me antoja un enemigo al que tengo que batir. Hay palabras; sí. Pero no hay teclas suficientes para vomitarlas sin un extraño... ¿dolor?
Ni siquiera tengo un motivo para estar -algo así como- triste. Melancolía hizo copia de mi llave y entra -sigiloso- sin hacer ningún ruido. Sus visitas ya no me sorprenden.
¿Por qué dolor? ¿Por qué; si soy feliz, si todos lo creen así, si nunca tengo problemas...?
¿Y no se supone que el dolor duele? ... Porque éste es más bien dulce...
El miedo a caer, el miedo a las heridas... No tiene sentido. No si no duele. Melancolía es mi amigo y compañero. Nadie como él para vivir la vida.
¿Y si sólo soy feliz algo teñida de tristeza?
Melancolía, déjame suplicarte algo: Ojalá me seas siempre fiel.
No, no me siento mal... De hecho, creo que no me he sentido mejor en mucho tiempo.