lunes, 21 de mayo de 2007

Cómplice

La ciudad, pequeña y triste,
huele a ti.
Anoche tú eras calle; tú eras ley.
La ciudad se suicidó en tus ojos.
Flamígero dios de la gresca;
solitario forajido.
Tu antítesis y su reata hedían a miedo;
20 pares de ojos rivales tragaron saliva ante ti.
Unos puños que no tocaron carne,
desafío silabeante.
Un brillo extraño en ti. Dientes blancos.
te erigiste vencedor orgulloso.
Tú. Solo. Sin ejército cobarde.
Los que observábamos sonreímos.
Hubo quien quiso detener
aquel triunfo tuyo.
Marcaron el 091 con dedos de adulto.
Vinieron por docenas;
luces de neón de discoteca muerta.
Corrías;
había algo cerviz en tu estela.
Una huida de gentleman.
Siseo de cobra de aquellas bestias.
Olfatean su presa;
horrendos, ávidos de violencia.
Una luz ardiente contrajo mis pupilas.
Humo de coche junto a mí.
Uno de ellos ladró tu descripción.
Y después silencio.
Mi silencio.
Un zarandeo y un "tú lo viste; ¿dónde coño está?"
Mi mano mentirosa indica el camino opuesto. No tiembla.
Ellos la siguen sin dudar.
No saben que no te encontrarán.
No saben que fui tu cómplice.
No saben que ni siquiera te conozco.
No saben que me gustaría que huyeras libre.

Hoy llueve; y eso no me gusta. Los días gris marengo me hacen sentir harta. No sé muy bien de qué, pero la inconfundible sensación de que nada puede valer la pena en estas feúchas 24 horas me asalta con la claridad de la certeza.

Suelo decir que los días como hoy huelen mal. No hay que tomarlo en sentido literal; pero no encuentro un modo más simple y directo de reflejar mi hastiado ánimo. No es depresión, no es tristeza. Es eso que los poetas creo que llaman melancolía.

Un desinterés casi crónico. Unos párpados que recelan de abrirse totalmente. Y un ensoñamiento gravemente agudizado. Debe de ser que la lluvia es grata bebida para los pensamientos; porque es lo único que realmente hago cuando el agua moja las calles.
Por la mañana me senté en mi sitio como siempre pero me largué -mentalmente hablando- a los 5 minutos de empezar la clase. Me puse a escribir. Y este poema es lo que salió -está inspirado en una pelea que presencié hace un mes y en la que, efectivamente, mentí.

8 comentarios:

Ohdiosa dijo...

pero qué dices! si los días de lluvia sn maravillosos, los truenos, los relámpagos y las gotitas de lluvia que te refrescan la cara....la gente camina deprisa esperando llegar a casa para refugiarse allí, bajo una manta en el sofá y con una taza de té en la mano....aayyyyyy

pero siempre se ha dicho, para gustos los colores!!

Scarlett dijo...

Los días de lluvia son para el invierno, esto es mayo y debe brillar el sol aunque tenga que estudiar, porque mirar por la ventana y ver el día gris desgana a cualquiera
¿Qué pasó con los peleados? ¿Por qué fue?
Besitos

Mariano Zurdo dijo...

A mí me encanta la lluvia y los días grises, excepto cuando tengo alergia porque los pulmones se me encogen como dos almendras.
No te gustarán a ti, te olerán mal, te invadirá la melancolía, pero te hace escribir buenos versos. Así que el gris marengo te sienta tan bien...

Anónimo dijo...

Me encanta el olor a campo mojado..

A pesar de haber entendido el 50% de las palabras que los componen, creo que esos versos transmiten..
¿Qué tendrán los días de lluvia que hacen actualizar (sea cual sea la opinión y/u/o comentario)?

Sea lo que sea, es lo que me gusta de ellos :)

Besos.

Mae dijo...

Pues yo estoy contigo... Los días lluviosos solo me hacen pensar y me agobian. Mas aún en estos tiempos que vivo en los que lo que menos me interesa es pensar.
¿presenciaste una pelea y mentiste? olé!! Espero que el que consiguió huir gracias a ti, fuese el que no tenía culpa de nada... xDD.
Besos linda.
Es un placer leerte.

Zitrone dijo...

Ohdiosa: Sé que a ti te encantan, pero yo los odio. Bueno; eso es lo verdaderamente interesante.
Scarlett: Desconozco la identidad de los peleados. La verdad es que no llegó a pelea como tal; se quedó en un reto de amenazas cara a cara. Ignoro también los motivos que les llevaron a ello; pero la verdad es que la escena se me grabó en la mente. Y creo que por eso he escrito esto ^^
Mariano: No lo había visto así, y te lo agradezco. Parece que casi todos disfrutáis con la lluvia; tendré que mirarla con otra cara la próxima vez...
Y_W: Otro lluviófilo más :P Como bien dices, por lo menos los días de lluvia son fuente de inspiración, aunque como tú no se muy bien por qué.
Mae Ferlo: ¡Gracias, compañera cítrica! No sé si al que ayudé era inocente, pero tenía algo que hacía pensarlo... ¡Ay! ¿Y si he dejado escapar al violador del Ensanche? ¡Mierda! Bueno, confiemos en que no haya sido así... ^^
Besicos de limón

MerylSpider dijo...

A mi me encanta la lluvia, y sobre todo en verano, cuando todo el mundo huye a sus casa yo salgo a mojarme y a respirar olor de ciudad con cara recien lavada. Me encanta el poema. ¿por que mi clases no m inspiran como a ti? jeje.

Saludos

Zitrone dijo...

Merylspider: Hmm... olor de ciudad... nunca lo había visto así. A mí es que la lluvia me aburre; tampoco es que me deprima. Me deja indiferente ante todo... Me alegro de que te guste mi poema ^^
Besicos de limón