"Lo primero que tenéis que saber...
... es que Marx no era el quinto hermano"
Con este apabullante juego de palabras, mi profesor de Filosofía comenzó con el amigo Karl. Hubo algún compañero que se preguntó extrañado "¿Pero los hermanos Marx no eran tres?", y otros ya directamente ni se lo plantearon y siguieron resolviendo el sudoku -la clase de Filosofía multiplica enormemente su presencia en el aula.
(Por si acaso, aclararé que los hermanos Marx eran, en efecto, cinco: Groucho, Harpo, Chico, Zeppo y Gummo, que no llegó a salir en las películas... Ninguno de ellos llamado Karl en la realidad. Un aplauso para los que lo creían... Sinceramente; qué fenomenos)
Nuestro querido amigo Marxiano -no, no nació en Marte sino en Alemania- dice que quiere poner su filosofía al servicio de la clase trabajadora. Vamos, que a los que curramos nos pone pingando y de pobrecillos na' más empezar...
Y no hablemos ya del capitalismo... Marx lo pone más verde que la esperanza. Según él, está llegando a un desarrollo tal que está en crisis ¿Absurdo? ¡Qué va! Como el capitalismo crece, y crece, y crece -repetir las veces que se consideren oportunas para percatarse de que, en efecto, crece-; pues llega un momento en que no se puede controlar. Y entonces, ¡cataplúm!
Pero... ¿Por qué Marx critica al capitalismo, si es el mismo que comercializa las salchichas Frankfurt de su Alemania natal? Pues porque su afirmación principal es que los seres humanos nos movemos por la producción. Como tenemos que trabajar para vivir -no al revés-; al final terminamos pensando de la manera en que vivimos y no viviendo de acuerdo a la manera en como pensamos. Fácil, ¿verdad?
Como yo tampoco entiendo un comino, aprovecho para poner el ejemplo súper-ilustrativo de mi profesor: Hay un grupo de cazadores que cazan -no iban a hacer bolillos, claro- con piedras y se reparten lo que cazan. Un día, unos cuantos aprenden a manejar el arco -y digo yo, ¿a fascículos o por el Home English?-, con lo que cazan individualmente y se quedan la pieza para ellos solos. Es ésta la clase dominante, que se niega a ponerse al nivel de la clase trabajadora -los paletos de las piedras- porque se sabe superior.
Al final, dice Marx, se producen varias cosas:
1) Una alienación del hombre. Esto no es verse todos los programas de Cuarto Milenio, no; sino no poder escoger la vida propia, lo que de siempre se ha llamado el ajo, agua y resina ¿Que por qué no podemos escoger nuestro trabajo o simplemente no trabajar? Marx aporta cuantiosas razones. Viendo esto en nuestro grupo de cazadorcillos, los tontol'abas de las piedras, al estar dominados por los chachi-guays del arco, no pueden elegir ser otra cosa más que los pringaos' de turno.
2) Una revolución -¡los tanques!- de la clase sobreexplotada ¿Sobreexplotada? Pues sí. Para explicar esto, el colega Karl habla de un aspecto dentro de la producción: el beneficio. Según él, los capitalistas buscan el máximo beneficio en sus empresas -nos ha jodido, Karl. Como el producto que fabriquen los obreros tiene -teóricamente- el mismo valor que las horas de trabajo que han invertido en él, si los capitalistas -de mierda, debía pensar Marx seguramente- obtienen beneficio es que escatiman dinero del sueldo del trabajador ¡los muy perros!
Así que Marx, que ante todo es un tío tranquilo y realista, recomienda a los obreros dos o tres cosillas tontas: que si llevar a cabo la revolución, que si la lucha de clases, que si derrocar a las clases dominantes e instaurar la dictadura del proletariado... ¡Toma ya! No pide nada, el amigo...
Y luego ya se desata completamente y dice que si las generaciones presentes -tras la dictadura del proletariado- trabajan duramente, llegará a conseguirse el socialismo, estado en el que los medios de producción son propiedad del Estado. Hasta que un buen día, con las generaciones presentes convertidas en pasadas y supongo yo que hasta el gorro de trabajar, llegaremos al magi-comunismo, estado en el que puedes hacer lo que te dé la real gana.
Por poder, como si no trabajas... Como según Karl -y probablemente bajo el efecto de alguna droga dura- la producción será tan grande que no necesitaremos ya trabajar para nada... ¿Quién no querría vivir así, sin preocupaciones?
Con este apabullante juego de palabras, mi profesor de Filosofía comenzó con el amigo Karl. Hubo algún compañero que se preguntó extrañado "¿Pero los hermanos Marx no eran tres?", y otros ya directamente ni se lo plantearon y siguieron resolviendo el sudoku -la clase de Filosofía multiplica enormemente su presencia en el aula.
(Por si acaso, aclararé que los hermanos Marx eran, en efecto, cinco: Groucho, Harpo, Chico, Zeppo y Gummo, que no llegó a salir en las películas... Ninguno de ellos llamado Karl en la realidad. Un aplauso para los que lo creían... Sinceramente; qué fenomenos)
Nuestro querido amigo Marxiano -no, no nació en Marte sino en Alemania- dice que quiere poner su filosofía al servicio de la clase trabajadora. Vamos, que a los que curramos nos pone pingando y de pobrecillos na' más empezar...
Y no hablemos ya del capitalismo... Marx lo pone más verde que la esperanza. Según él, está llegando a un desarrollo tal que está en crisis ¿Absurdo? ¡Qué va! Como el capitalismo crece, y crece, y crece -repetir las veces que se consideren oportunas para percatarse de que, en efecto, crece-; pues llega un momento en que no se puede controlar. Y entonces, ¡cataplúm!
Pero... ¿Por qué Marx critica al capitalismo, si es el mismo que comercializa las salchichas Frankfurt de su Alemania natal? Pues porque su afirmación principal es que los seres humanos nos movemos por la producción. Como tenemos que trabajar para vivir -no al revés-; al final terminamos pensando de la manera en que vivimos y no viviendo de acuerdo a la manera en como pensamos. Fácil, ¿verdad?
Como yo tampoco entiendo un comino, aprovecho para poner el ejemplo súper-ilustrativo de mi profesor: Hay un grupo de cazadores que cazan -no iban a hacer bolillos, claro- con piedras y se reparten lo que cazan. Un día, unos cuantos aprenden a manejar el arco -y digo yo, ¿a fascículos o por el Home English?-, con lo que cazan individualmente y se quedan la pieza para ellos solos. Es ésta la clase dominante, que se niega a ponerse al nivel de la clase trabajadora -los paletos de las piedras- porque se sabe superior.
Al final, dice Marx, se producen varias cosas:
1) Una alienación del hombre. Esto no es verse todos los programas de Cuarto Milenio, no; sino no poder escoger la vida propia, lo que de siempre se ha llamado el ajo, agua y resina ¿Que por qué no podemos escoger nuestro trabajo o simplemente no trabajar? Marx aporta cuantiosas razones. Viendo esto en nuestro grupo de cazadorcillos, los tontol'abas de las piedras, al estar dominados por los chachi-guays del arco, no pueden elegir ser otra cosa más que los pringaos' de turno.
2) Una revolución -¡los tanques!- de la clase sobreexplotada ¿Sobreexplotada? Pues sí. Para explicar esto, el colega Karl habla de un aspecto dentro de la producción: el beneficio. Según él, los capitalistas buscan el máximo beneficio en sus empresas -nos ha jodido, Karl. Como el producto que fabriquen los obreros tiene -teóricamente- el mismo valor que las horas de trabajo que han invertido en él, si los capitalistas -de mierda, debía pensar Marx seguramente- obtienen beneficio es que escatiman dinero del sueldo del trabajador ¡los muy perros!
Así que Marx, que ante todo es un tío tranquilo y realista, recomienda a los obreros dos o tres cosillas tontas: que si llevar a cabo la revolución, que si la lucha de clases, que si derrocar a las clases dominantes e instaurar la dictadura del proletariado... ¡Toma ya! No pide nada, el amigo...
Y luego ya se desata completamente y dice que si las generaciones presentes -tras la dictadura del proletariado- trabajan duramente, llegará a conseguirse el socialismo, estado en el que los medios de producción son propiedad del Estado. Hasta que un buen día, con las generaciones presentes convertidas en pasadas y supongo yo que hasta el gorro de trabajar, llegaremos al magi-comunismo, estado en el que puedes hacer lo que te dé la real gana.
Por poder, como si no trabajas... Como según Karl -y probablemente bajo el efecto de alguna droga dura- la producción será tan grande que no necesitaremos ya trabajar para nada... ¿Quién no querría vivir así, sin preocupaciones?
11 comentarios:
mmmm... con Marx no te metas! >:-(
sí, soy rojeras, qué pasa, jaja ;-D
Saludetes
Y yo también lo soy, Kutxi. Marx es uno de los filósofos que más me ha gustado -como otros de los que he hablado-, pero me divierte mucho comentarlos aquí desde el punto de vista del absurdo; lo que además me sirve para repasar sus teorías de una foma más amena.
Huelga decir que la filosofía es una de mis asignaturas favoritas ^^
Besicos de limón
valiente dos rojillos. yo la verdad es que no se ni lo que soy. En todo veo cosas buenas y cosas menos buenas.
Pero cierto es que Marx era un buen filósofo.
Kutxi: Calmate que las alteraciones no son buenas en primavera...
Besos.
Yo creo que estaba bastante claro que era bromilla lo mío y creo que así lo habéis entendido... pero bueno, por si acaso.. que era broma! ;-D
besos
Sí, o algún día no tendremos que trabajar porque no habrá materia prima que de lugar a una manufacturación..
De todas formas, en esto de las clases, yo creo que la gente tiene un preconcepto erróneo.. Se considera clase "mandataria y dominante" (por llamarla de alguna manera) a la que está formada por "los_mas_listos" y clase "obrera" a los menos "espabilaos".. Cuando quizás la clase "mandataria y dominante" simplemente esté formada por aquellos con disposición de imponer, dar órdenes y procurar que se cumplan a toda costa.. mientras la clase "obrera" esté formada por aquellos que no les importa acatarlas (o que lo ven más fácil o más inaccesible)
En nada tiene que ver la inteligencia, sino la conciencia..
Un dia nos tienes que invitar a algo por ayudarte a estudiar.. :P
Vas a sacar dieces y dieces!
Besicos de diez ;)
Me he acordado de un chistecillo sobre Marx, por cierto, un hombre cuya teoría me parece maravillosa, lo malo es que no ha salido nada bien donde se ha aplicado, una pena, pero bueno, seguiré yendo todos los años a las fiestas del PC en la Casa de Campo. Bueno, el chiste:
Se muere Marx y se va al infierno. A los tres dias sube el demonio
a ver a San Pedro.
- Hola, ¡qué mala cara traes!
- No me hables, macho, que me han mandao a un tal Marx, y ya no hay
quien haga nada en el infierno. El tío ha montao una revolución,
con manifestaciones, huelgas... para que te voy a contar.
- Oye, pues mándamelo p'aca unas semanas, a ver si se calman las
cosas ahí abajo.
- Pedro, macho, me has salvao la vida. Esta tarde te lo mando.
A las 3 semanas vuelve a subir Lucifer.
- ¿Qué, cómo os va con el Marx ese que os mande?
- Ah, perfecto, macho, el tío se ha integrado aquí como nadie. Ha hecho
amigos con los ángeles, con los santos...
El demonio, sorprendido dice
- Pero... pero... ¿y qué dice Cristo a todo esto?
- Uy! Cristo y Marx son íntimos, como uña y carne, siempre juntos
discutiendo problemas filosóficos...
El demonio no da crédito a lo que oye, y pregunta
- Pero bueno, ¿y Dios qué dice a todo esto?
- ¿Dios...? ¿Dios...? ¡Pero si Dios no existe!!
¿Seguro que no era marciano el tipo? Eso explicaría muchas cosas: por qué sale Iker Jiménez en tu entrada, por qué uno de sus hermanos era mudo y usaba bocina en lugar del lenguaje de sordos, por qué los pensadores importantes alemanes tienen barba, por qué el capitalismo, que viene de capita que significa cabeza, tiene a algunos hasta el culo, y demás por qués interesantes... Lo cierto es que lo que me ha quedado más claro de todo esto es que esos cazadores tuyos debían andar un poco perdidos: anda que no saber que hoy en día la carne se vende ya cortada, sin piel, organos y huesos y en ocasiones cocinada...
Besicos de...arenques?
Yo en la clase de filosofía me aburria.. aunque yo creo que la asignatura no era la culpable... el profesor se tiraba toda una clase para explicar una cosa. Al final terminabas no escuchando. Mira que psicología es una asignatura que me gusta y el profesor ese hacia que me durmiese en sus clases...
Mae Ferlo: Sí que era bueno, sí...
Kutxi: Que ya se que era broma, tonto... ^^
Y_W: Muy inteligente tu planteamiento... Y lo de invitaros es cierto, este jueves tengo examen de Filosofía y gracias a vosotros se me hace mucho más ameno ^^
Manuespada: Me ha encantado el chiste, y que sepas que a mí Marx ha sido de los filósofos que más me ha gustado, porque no se ocupa de conceptos teóricos sino que orienta su pensamiento hacia la práctica... Gracias por tu visita ^^
Penguin Boy: Hablando del amigo Iker -tengo un amigo clavadito a él, lo juro- ayer vi su programa y estaban haciendo, él y un tipo sospechosamente parecido a Marilyn Manson una autopsia con un muñeco que simulaba un alien... Qué yuyu... Y volviendo a lo tuyo, a ver si un día consigo responder tus múltiples porqués... Que por cierto, los besicos de arenques están bien porque casan con el limón ^^
Nereyda: Es que estas asignaturas dependen mucho de cómo se explican. Mi profesor es un poco pardillo, pero es majete.
Besicos de limón
de mis tiempos de bachillerato:
teniamos examen de filosofia la semana siguiente y una de mis amigas me pidio que quedasemos una tarde para que le ayudase a estudiar porque se habia fumado la mitad de las clases y no sabia ni lo que entraba en el examen.
Nos ponemos a ello, comenzamos por marx, le digo:
-bueno, vamos con marx, no se si te sonara....yo creo que es uno de los mas conocidos...veras...
-pues claro que me suena...he visto muchas peliculas suyas....era ese con bigote y puro y al que siempre acompañaba uno que tocaba la bocina....oye ¿y ese tio era filosofo? que fuerte no???
solo dire...que no aprobo el examen...
¡Cuánto tiempo sin verteee!
Y yo pensaba que nadie confundía, salvo los de mi clase a Marx con los Hermanos... Mundo cruel...
Besicos de limón
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