El irlandés errante

El irlandés del que hablo no es otro que mi profesor de la Escuela Oficial de Idiomas. He de decir dos cosas: habla gaélico y no entiende la expresión "diálogo de besugos" Ah, y está loco.

Sirva de muestra el suceso de hoy: Nos había mandado de tarea una redacción. En mi clase somos unos ventipico alumnos, y sólo dos habíamos hecho la redacción. Bien, pues al hombre, de repente, se le enciende la bombilla, corre raudo y veloz cual Spiry González hacia un armario y saca dos paquetes. Y nos dice que por haber hecho la tarea, es un premio para nosotros.

Yo esperándome el típico diccionario de propaganda con pastas chillonas de cartón y me encuentro con... ¡un plato de cerámica homenajeando el centenario de la Basílica de la Covadonga! ¡La virgen! (y nunca mejor dicho)

Y aquí no termina la cosa: Lo peor es que el "regalo" estaba envuelto en papel de periódico, más concretamente en unas páginas extraídas de la calenturienta sección de contactos...

¿Por qué?

¿Por qué los contactos del messenger, aunque estén disponibles y toda la pesca, siempre se ponen el estado de ausente, salí a comer, al teléfono, vuelvo enseguida o me estoy matando a pajas?

Anuncios X

Y no, no me refiero a que estos anuncios sean guarros, que alguno ya se habrá formado esa idea. Lo que quiero decir es que, cual Mulder y Scully, hay anuncios que lo único que consiguen es que se te quede cara de lelo integral cuando los ves. Digo lo único porque no se entiende que los guionistas pretendan otra cosa con esta nueva forma de anunciar. Véase el siguiente ejemplo:

Un desodorante de Adidas. Pues bien, para que corras a comprártelo, su estrategia es decir que el susodicho desodorante contiene un complejo activo (?) diez veces más absorbente que una muñequera. Tras poner la famosa cara de apijotamiento, yo me pregunto: ¿Y quién es el guarro que se seca el sobaco con una muñequera? ¿Rafa Nadal? Porque nadie sino los tenistas lleva esos incómodos artilugios de felpa...

Y además, ¿dónde se hace el estudio para determinar el mencionado poder de retención de mierda? ¿En el Prestige? ¿Y cómo se testa eso? ¿Al cobaya le pones a correr en la rueda y luego, en vez de pipas, le pones una muñequera?
Un nuevo ejemplo, que, casualmente, tiene que ver también con la absorción de otro de los múltiples y repugnantes líquidos que genera el cuerpo humano: el pipí. El anuncio es de Dodotis, y en este caso pretende que compremos sus pañales diciendo que estos (y cito textualmente) absorben el pipí incluso boca abajo. Y para ilustrar el ejemplo, sacan un pitorro que suelta un chorrito de agua azul a presión (aunque ningún bebé mea a dos mil milibares, exceptuando el hijo de Hulk) sobre un pañal que está encima. Oye, pues me quedo más tranquila.

Pero vamos a ver ¿quién coño le va a dar la vuelta al niño? Bueno vale, Michael Jackson... Y hay otra cosa que no me entra en la cabeza ¿Por qué los líquidos que se emplean en los anuncios simulando pipí son de color azul? ¿Qué pasa, que comemos pitufos pa' desayunar? ¿Estamos tontos?
Pero hay más: ¿Por qué en los anuncios de quitagrasas sale un señor metiendo una moneda en el producto a promocionar? ¿Es que no se pueden ni llevar sucias las monedas? Que oye, igual nos ponemos a limpiar, nos ponemos... y la Preysler termina limpiando con KH-7 los Ferrero Roché.

La mejor defensa es un buen ataque

La humanidad está en peligro. Lamento transmitir esta hecatombe hasta ahora felizmente ignorada por muchos, pero, en estos días hostiles en que llega el frío, que se nos hiela la sangre en las venas, que se nos congelan los dedos, que nos gotea la nariz, que se nos cortan los labios, que tenemos que sacar el jersey de lana de oso polar, que se nos cae el pelo, que tenemos tics en los ojos a lo Millán de Martes y 13, que temblamos, que nuestras abnegadas madres nos persiguen para que nos tapemos la boca... ante todas esas condiciones climatológicas adversas... nuestras defensas pueden debilitarse.

Sí amigos, sí. Ése es el gran riesgo que corremos. Si hacemos caso a los de Actimel, prácticamente no hay nada en este planeta que no suponga un problema para nuestro inocente sistema inmune. Y si no, veamos un anuncio tipo:

-¿Pero qué te pasa, tío?

-No sé, la verdad, tengo mucho frío... A ver si es que tengo débiles las defensas...

-No tío, es que te has dejado abierta la nevera.

-Ah, joder.

Aquí tenemos otro ejemplo:

-¡Mamá, mamá, no me sale el problema!

-Lo que pasa es que tienes débiles las defensas, Pedrín.

-No mamá, es que en el problema pone que si Juanito tiene dos manzanas y el gato se come dos y...

-Será que el gato tiene débiles las defensas.

-No, mamá, que...

-O Juanito. Porque no comer manzanas debilita las defensas.

¡Que no coño, que no tiene débiles las defensas! Qué cosas llegan a hacer los de Actimel pa' vender yogures, oye. Cualquier día éstos se juntan con el Coronado y nos montan un pifostio de padre y muy señor mío. Igual nos enteramos de que comer yogures debilita las defensas, que sería como si al del Martini le pillaran anunciando Vichy Catalán.

Para que vuestras vidas no corran peligro me despido con la lista de cosas que, según Actimel, no debéis hacer si no queréis debilitar vuestras defensas:

-Pasar frío. Pasar calor. Pasar algo, lo que sea.

-Volver al colegio o, como dicen ellos, "recuperar el ritmo del curso"

-Tener vacaciones.

-Leer listas de cosas que no hay que hacer si no quieres debilitar tus defensas.

-Ver Salsa rosa.

-Beber directamente del morro de la botella.

-Ponerte calcetines de ésos de dedos.

-Sentarte en un asiento par del bus si el conductor lleva bigote.

-Ver películas de Míster Bean.

-Chuparte el codo.

-Decir demasiadas palabras de más de dos sílabas.

-Respirar.

-Y, según la madre de Pedrito, no comer manzanas.

Ya están aquí...

La verdad es que he creado esta nueva entrada sin siquiera saber de qué voy a hablar... El día es bastante triste, de ésos en que llueve y las personas corren, como creyendo que más adelante no llueve, que no se van a mojar.

He visto un poco la tele y he comprobado, con terrible espanto y pavor, que comienzan los anuncios de Navidad. Más concretamente los de los juguetes.

Horror. El acabóse.

Hay juguetes tan tésnicos que Stephen Hawking se las ve y se las trae sólo para ponerles las pilas. Mis favoritos son esos muñecos diabólicos, tipo Nenuco o el más escatológico Cocolín, que lo único que hacen es cagar y mear ¡cagar y mear! ¡Habráse visto cosa que despierte menos ternura que un monigote haciéndoselo encima! ¿Pero cómo le puede gustar eso a una niña? ¡Hombre, por favor, que existen unos derechos infantiles!

Y otra cosa: ¿Quién es el friki que diseña esos bebés de plástico del demonio? Seguro que es el mismo que inventó el horrible y patético disfraz de Spiderman que todos los niños han querido poseer alguna vez. Sí, ese traje que les hace gordos a todos ¡Ese tío es un sádico!

-Y el nuevo Cocolín caga, mea, tira mocos, vomita cuando no se gusta a sí mismo y se hace pajas cuando se está duchando.

-¡Genial! ¡Me encanta jugar a ser mamá del s.XXI!

-Y si pulsas este botón, te pide ropa de marca e inventa excusas para que no te enteres de que hace botellón con Pipo Gestitos. Además se tira a las hermanas Barriguitas y a sus... cositas.

-¡Guau!

¿Y cómo es que a Action Man no lo recluta Bush? ¿Y por qué persigue al malo de las barbas y el parche, el Doctor X ése? ¿Porque no se llevaba bien con el delfín o el perro perfectamente amaestrados que le ayudan en las misiones? ¿Y por qué, en los juegos de plastilina, nunca nada sale como en la tele y se te mezclan todos los colores? ¿Y por qué los Playmobil mujeres tienen la misma cara que los hombres?

Pero lo pregunta más importante es... ¿Por qué, si la Barbie tiene tantas casas que le ha sacado al Ken, no ha salido en la Operación Malaya? Qué pareja tan extraña, la suya. Él frígido, sin comerse una rosca, con la virilidad de un tutú. Y ella siempre impecable, sin raíces, que parece que no respira, como las famosas...