domingo, 29 de octubre de 2006

Be water... Tu madre

Estamos asistiendo a un nuevo fenómeno social. Sí claro, les estoy hablando del sempiterno (por no decir puñetero) anuncio del bi güoter, que algunos, en su ignorancia, escriben be water.
Lo primero que ves es un chino (o japonés, o mandarín, como los flanes) que empieza a hablarte de la water. Del agüita fresca, vaya. El tío (que se ve que no aprendió el idioma en el Home Espanish, a juzgar por su fluidez) empieza a decirnos que seamos agua. Y digo yo: ¡¿Más?! ¡Que ya somos un 75%, un 99% según la Cope!
La cosa no se acaba ahí. Nuestro amigo amarillo (que aquí aprovecho para preguntarme: si se dice en blanco y negro ¿por qué no se mienta a los chinos en esta frase? Debería decirse en blanco, negro y amarillo) pasa a loarnos las virtudes del líquido insaboro, incoloro e inodoro (como los wc)
-Empty your mind.
-¿Qué?
-Be formless, shapeless. Like water.
-Me estás empezando a hinchar las narices...
-You put water into a bottle and it becomes the bottle.
-¡Coño, pero si este tío es Bruce Lee! ¡La virgen!
-You put in a teapot, it becomes the teapot.
-Oye, pues mi peli favorita es la de Operación Dragón ¡Qué guarrazos, tío!
-Water can flow, or it can crash.
-¿Y de verdad eres tú el que pega esas patadas?
-Be water, my friend!
-¡No jodas que sí! ¡Eres un crack, Brus Lí!
Y por si no tuviéramos bastante con ver el susodicho spot tropecientas veces al día, a la gente que tienes agregada en el msn le ha dado por ponérselo en el nick ¡Pero bueno! ¿Qué cachondeo es éste? ¡No se vio nada semejante desde lo de leche, cacao, avellanas y azúcar, Nocillaaaa!

viernes, 27 de octubre de 2006

Waterworld

No, no os alarméis: esta entrada no va de la sempiterna película del Kevin Conner, no, que bastantes veces nos la hemos visto ya. Todo el mundo sabe que él está muerto (ah no, que eso es de Sexto sentido...)
En realidad escribo esto derivado del hecho de pasarme toda la tarde de ayer estudiando. Como de tanto repasar en voz alta me entra sed, estudio con un botellín de agua al lado. El recipiente de marras es de Solaressólo sabe a agua!) aunque, haciendo caso omiso de la advertencia de no rellenar, la reutilizo muchas veces.
Y he aquí el tema que me lleva a publicar esto: ¿Es que no hay ningún agua que no esté (y cito textualmente) indicada para dietas pobres en sodio? Y más preguntas inquietantes: ¿Cómo coño sabes si tu dieta es baja en sodio? Más aún, ¿cuándo comes tú sodio? ¿Y por qué en todas las marcas la frase es exactamente la misma? ¿Se les apareció la señora del pelo de papel Albal de Neutrex Futura y les reveló el puñetero párrafo?
Desde aquí quiero retar a todo el que lea este blog a que encuentre un agua que no esté indicada para dietas pobres en sodio.
¡Por nuestro derecho al sodio!

miércoles, 25 de octubre de 2006

Éstos filósofos...

¡Gracias a Dios que este año tengo filosofía! Francamente, no sé de qué vivirían los humoristas sin esta perla de asignatura...
Tras el amigo Platón (que no es que tuviera una vajilla muy gorda, es que era griego, y así son los nombres de los griegos) estoy estudiando al todavía no amigo Aristóteles.
El personajillo éste dice que hay ciertas capacidades que tenemos los seres, y que para ser plenamente hay que desarrollarlas. Ajá. Pero dice que sólo aquellas habilidades que nos son propias tienen que ser necesariamente desarrolladas. Más ajá. Y aún más, que si esas capacidades que nos son inmanentes (toma palabrota) no son realizadas en potencia, entonces no seremos. Ajajá. Si no desarrollamos lo que no es intrínseco, entonces no estaremos llevando a cabo la causa final que nos es pertinente.
Todo esto está muy bien y ta' mu' bonito, pero se resume en las menos elegantes premisas:
Si un niño no habla, es tonto.
Si un niño no hace encaje de bolillos, es normal.

domingo, 15 de octubre de 2006

El enigma de la acampada

¿Por qué cuando un ser humano abre una bolsa de patatas, gusanitos, Doritos, Filipinos, Oreos o similar es imposible que se la coma entera? Jamás se ha dado el caso de que alguien lo haya conseguido. Está comprobado científicamente que siempre, o bien ofreces tú, o bien te piden los demás, pero la cuestión es que, comértelo todo, no te lo comes.
Hagan la prueba y verán.

viernes, 6 de octubre de 2006

Desengaños

Sí amigos, . Desengaños. Hablemos de esos terribles momentos decisivos en nuestra infancia. Momentos en los que nos hemos sentido frustrados, sin querer reconocer nuestra inocencia.
Yo sufrí el primero cuando un profesor de matemáticas me dijo que infinito por infinito es igual a cero. En ése preciso instante se me cayó el alma a los pies ¿Qué sería entonces de todas aquellas ocasiones, en el recreo, cuando alguien se metía contigo?
-¡Me pido prímer!
Ségun!
Tércer!
Cuár!
(A partir de aquí ya nadie usaba los números ordinales, que éramos unos críos, coño, no académicos de la RAE)
Y si alguien se te colaba (la más grave ofensa infantil), tú te enfadabas, ¡y con razón, oye!
-¡Quítate, jolín!
-¡Que no me he colao'!
Gilipichi!
Espejito!
Bota, rebota y en tu culo explota!
-¡Tonto!
-¡Tú infinitas veces tonto!
-¡Y tú infinito por infinito tonto!
Claro, conociendo el verdadero resultado de tal multiplicación... Quién sabe cuántas disputas infantiles se habrán perdido por desconocer esto...
Pero no sólo te llevas desengaños de pequeño. En cuanto creces un poco, aprendes inglés, ése idioma tan útil. Pues bien. Antes te dejaban pronunciar en espanglish, pero ahora... Tú toda la vida diciendo sírius, y no, que resulta que serious se pronuncia sírias. Pues bien, oye.
Y tú diciendo Selectivity test y resulta que no, que se dice final years exam secondary school. Ya son ganas de marear la perdiz...

lunes, 2 de octubre de 2006

Platón ha hablado

El otro día vi algo más de la filosofía del amigo Platón en clase. Hasta ahora el tipo me caía bien y todo, éramos colegas, no sé, buen rollito, lo normal.
Pero es que de repente me he dado cuenta de que Platón es un chulo. En vez de exponer sus doctrinas en un libro o una enciclopedia de ésas tan breves y concisas, va y se dedica a hablar de ellas con sus amigos. Y lo que Platón entiende por diálogo es algo así como soltarle un rollo macabeo a un pobre ignorante para hacerle ver lo corto que es ¡Y encima consigue que le den la razón!:
-¿Y no crees tú, amigo, que si yo te dijera que a un hombre que no puede ver la luz del sol sino reflejada en el agua le consideraras conocedor de la verdad estaría incurriendo en un error?
-Esto... Sí, ¿no?
-Pues bien, yo te digo que esos reflejos en el agua no son sino meras imitaciones de la idea en que participan tales objetos que se reflejan.
-Ah, pues ahora que lo dices...
-Y para que el hombre sea sabio y contemple no reflejos sino ideas, y para que no le deslumbre la luz de la verdad, debe conocer, pues, la idea de Bien, que es la que ordena el universo en la justicia.
Ya decía yo...!
-Conociendo, pues, esta idea, la sociedad sería justa en tanto están ordenadas de formas virtuosa las almas concupiscibles, irascibles y racionales de sus habitantes.
-Eh, Platón, tío, ésa última me las has copiado a mí...
En fin, que no me extraña nada que el tito Platón no tuviera amigos, o que éstos le dieran la razón sólo para que se callase un rato...

viernes, 29 de septiembre de 2006

¡Caracoles! (y nunca mejor dicho)

Sí, de eso precisamente quería hablarles. De caracoles, y más concretamente de su baba. Alguno dirá "aggg qué agggco", pero no soy yo la responsable de la atrocidad que se está cometiendo en ciertos anuncios televisivos...
Me refiero, claro está, a la teletienda. Esa mítica institución que se dedica a darnos a conocer productos que no se encuentran en las tiendas y cuya oferta favorita es el dos por uno. Pues bien, la última oferta (que, claro está no puedes dejar escapar) consiste en una crema que te rejuvenece que da gusto. Vale, hasta ahí normal. Pero es que el ingrediente principal de tamaño potingue es más ni menos que... ¡la baba de caracol!
El producto es de un horrible color blanquecino, y una rubia claramente oxigenada aparece aplicándoselo con una cara de aggco que pa' qué. Y te enseñan las típicas fotos del antes (véase una mujer así como un monstruo y tal) y del después (véase la misma sujeta pero pelín menos monstruo) para que veas la diferencia. Claaaro. Ahí hay más retoques con el fotosóp (ocasionalmente escrito Photoshop) que en los posados veraniegos de la Obregón.
Además te lo explican, para que aumente tu culturilla: que si la baba de caracol esto, que si la baba de caracol lo otro, ¡que si la baba de caracol la usan para regenerar la concha si se les rompe! ¡La Virgen! Pues como a algunas les salga una concha en la cara, igual mejoran y todo al tener donde esconderse, como Rossy de Palma...
Mas claro está, que para rematar la sin duda tentadora oferta, te ofrecen el inimitable dos por uno. El bote de crema de marras costaba 79 euros (el anuncio lo calificaba de precio increíble... sí, increíblemente caro) Lo raro es que no te endosasen algún que otro maravilloso accesorio. Sí hombre, como cuando anuncian un mantón de manila y te regalan un abanico. O el caso de la crema reductora de grasas, que se acompaña de una elegante faja térmica.
Y para rematar esta entrada, añadiré el último suceso de la apasionante saga el cd de Dover al que no le salía de los huevos bajarse del eMule. Lo último que me he bajado como presunto cd de Dover ha sido... Unas canciones de un grupo de ésos punkies que te taladran el oído más instantáneamente que el Colacao turbo se disuelve en la leche.
Así que... ¡Caracoles! ¡Otra vez lo mismo!